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“This will be a sign to you…”
Third Sunday in Advent - Dec. 20, 2015
Luke 1:39-45
By Bill Cotton revcottonhill@hotmail.com
 https://rustichillsfarm.wordpress.com/

 
Luke opens his Gospel with two pregnant women caught up in amazement and awe. Elizabeth and the young girl Mary, her cousin, visit and rejoice. There is good news. The unborn child John the Baptist leaps in Elizabeth’s womb, actually he does a little two-step. Obviously, Luke believes that something not of this world is happening to change the very nature of this world.  One thing is for sure: the world that will receive Jesus had little reason to hope.  “What child is this?” will become the question—both then and now.

Luke will have the angels say to certain poor shepherds—this will be a sign for you—in Bethlehem, the city of David—you will find a baby wrapped in the world’s poverty. In the midst of the old, Jesus will create signs of the new, and the world will never be the same again.

  • A prodigal son is welcomed home.
  • Jesus eats and drinks with sinners, the shunned ones.
  • Becomes a servant and washes feet.
  • Jesus the sinner’s friend has no vain ambitions.

Jesus, this counter-culture human:

  • Is sunlight in a dark and dreary world.
  • He is Love made visible as the power to drive out the darkness of fear.
  • Jesus the Christ is the revealer of God’s purpose for the world.
  • In him is the birth of true neighborliness.

I thought about all of this as the news broke of  the latest multiple shootings. Because of Jesus, now we humans have a choice. We can give in to our fears or choose to walk in the light. We can run and hide, or we can walk in the light. When unthinkable evil happens like the most recent murders, we have a choice. Give in to our fears, find a gun and turn paranoid regarding Muslim friends, or we can walk in the light and love of Jesus—Love still casts out all fear.
Let the birth of Jesus be a sign to each of us—Love, neighborliness must be our sign to a frightened world.
 
Prayer
God, it would be so easy to give in to our fears and see the stranger as an enemy rather than a friend. The cry,“To arms!” is everywhere heard in our land. But God, I have Muslim friends. Those of us who live in Iowa once made room for the first Mosque in America. How could we turn away from our friends now? Dear God, we believe--help us in our un-belief.  Amen

 

“Esto os servirá de señal . . .” 

Tercer domingo en el Adviento – 20 diciembre, 2015
Lucas 1:39-45
Por Bill Cotton revcottonhill@hotmail.com 
https://rustichillsfarm.wordpress.com/ 

Lucas abre su evangelio con dos mujeres embarazadas envueltas en asombro y temor.  Isabel y la joven María, su prima, conversan y regocijan.  Hay buena nuevas.  El hijo nonato Juan el Bautista salta en el vientre de Isabel, actualmente hace a un poco de un baile.  Obviamente, Lucas cree que algo que no es de este mundo está ocurriendo para cambiar la misma naturaleza de este mundo.  Una cosa es segura: el mundo que ahora recibirá a Jesús tenía poca razón de esperar.  “¿Qué niño es éste?” será la pregunta – ambos entonces y ahora.

Lucas tendrá que los ángeles digan a ciertos pobres pastores – esto os servirá de señal – en Belén, la ciudad de David –  hallaréis al niño envuelto en la pobreza del mundo.  En el medio del viejo, Jesús creará señales del nuevo, y el mundo jamás será lo mismo otra vez.

  • Un hijo pródigo recibe la bienvenida a la casa.
  • Jesús come y bebe con pecadores, los que son rechazados.
  • Se hace siervo y lava los pies.
  • Jesús el amigo de pecadores no tiene ambiciones vanas.

Jesús, este humano contra la cultura:

  • Es la luz del sol en un mundo oscuro y pesado.
  • Es Amor hecho visible como el poder de expulsar las tinieblas del temor.
  • Jesús el Cristo revela el propósito de Dios para el mundo.
  • En él es el nacimiento de ser vecino verdaderamente.

Pensaba en todo esto como recibí las noticias de fusilamientos múltiples más recientes.  A causa de Jesús, ahora nosotros los humanos tenemos una opción.  Podemos rendirnos a nuestros temores o escoger caminar en la luz.  Podemos correr y escondernos, o podemos caminar en la luz.  Cuando maldad inconcebible ocurre como los fusilamientos más recientes, tenemos una opción.  Rendirnos a nuestros temores, encontrar una pistola, hacernos paranoides acerca de nuestros amigos musulmanes, o podemos caminar en la luz y el amor de Jesús – Todavía el amor echa fuera el temor.

Que el nacimiento de Jesús sea una señal para cada uno de nosotros – el amor, el ser vecino deben ser nuestra señal a un mundo asustado.

Oración

Dios, sería tan fácil rendirnos a nuestros temores y ver al extranjero como enemigo en vez de amigo.  El grito “¡a las armas!” se oye en todas partes en nuestra tierra.  Pero Dios, tengo amigos musulmanes.  Los que vivimos en Iowa hicimos espacio una vez para la primera mezquita en América.  ¿Cómo podemos volvernos de nuestros amigos ahora?  Querido Dios, creemos – ayúdanos en nuestro descreimiento.  Amén.