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“Emmanuel…God with us—still” 

 

December 18, 2016
Fourth Sunday in Advent
Isaiah 7:10-16;  Matt. 1:18-25
By Bill Cotton   revcottonhill@hotmail.com
 

I love the preposition with. This little word is found in our Bible as a word of hope—the definition of the relational way of life. Adam is with Eve in the garden; not above, not beneath, but with, along side of. Being with someone speaks of equality and protection, like saying to those in trouble, “We have your back.”  

Now in this season of Advent, we speak the very name Emmanuel which means God with us. God is not far away and distant, not high up and above us, but in Christ drawn near to be with us. Jesus’ final word to us is, “Lo, I am with you always.” 

These days as so many ponder what is happening to our nation, know this: God is with us. From the beginning in Genesis to the end in Revelation, God is with us still. That is the Good News of Christmas. But there is more!

When you are in a relationship with someone, then you are committed. It is not enough to simply sing “Emmanuel.” We must be with each other for the long haul as Christ is with us.  

In recent months we have heard some people publicly label, ridicule and threaten many different groups of Americans. This allowed others who wanted “change” to scapegoat the most vulnerable among us. Friends suggest that it was just political talk. We will have to wait and see.  

But, in the meanwhile the only way for me to remain Christian, and to live with myself, is to seek out and provide watchful care for those who are being named for persecution. I speak of the Dreamers, people of color, people of non Christian origin, the gay community, the poor and those who depend on Social Security for survival. To these, an Advent Promise: Many of us have your back, meaning we are with you. 

And the way I read my Bible, God who is revealed in Christ Jesus also has your back.

 

Incarnation

Precisely at the juncture where hopes and fears are joined
A crack of light appears.
The world’s darkness becomes God’s canvas.
Two lonely people journey in the company of strangers,
to an inhospitable place where 
bureaucrats count people for tax purposes only.
During the night the census increases by one.
A child   
is born among strangers and wrapped in the world’s poverty.
The eternal light invades the darkness,
shines brightly in the middle of the night
To make each of us children of light.  

“Emanuel . . . Dios con nosotros – todavía”

18 diciembre, 2016
Cuarto domingo en el Adviento
Isaías 7:10-16; Mateo 1:18-25
Por Bill Cotton   revcottonhill@hotmail.com

 
Me encanta la preposición con.  Esta palabrita se encuentra en nuestra Biblia como una palabra de esperanza – la definición de la manera relacional de la vida.  Adán está con Eva en el jardín; no está sobre, ni debajo de, sino con, a lo largo de.  El estar con alguien habla de la igualdad, y de la protección.  Es como hablamos a los que se encuentran en un lío, “Te guardaré las espaldas.”

Ahora en esta temporada de adviento, proclamamos el mismo nombre Emanuel que significa Dios con nosotros.  Dios no está lejos y distante – no está alto y sobre nosotros, sino en Cristo se acerca para estar con nosotros.  Y la última palabra de Jesús a nosotros es, “yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

Estos días cuando tantos ponderan qué está ocurriendo a nuestra nación, sepa esto: Dios está con nosotros, de Génesis a Apocalipsis, en el comienzo, Dios, al fin, Dios – con nosotros todavía. Esto es la buena nueva de la Navidad.  Pero hay más:

Cuando tienes una relación con alguien, entonces estás comprometido.  No basta simplemente cantar “Emanuel.”  Tenemos que estar uno con el otro por todo el camino como Cristo está con nosotros.

En meses recientes hemos oído a algunas personas públicamente nombrando, ridiculizando, y amenazando a muchos diferentes grupos de americanos.  Esto permitió que otros quienes querían “cambios” echen la culpa a los más vulnerables entre nosotros.  Amigos sugieren que solamente era plática política.  Tendremos que esperar para ver.

Pero, entretanto, la única manera en que yo pueda seguir como cristiano, y vivir con mí mismo, es buscar y proveer cuidado atento a los que son nombrados para la persecución: hablo de los soñadores, personas de color, personas que no son de origen cristiano, la comunidad gay, los pobres, los que dependen de la Seguridad Social para sobrevivir.  A éstos, una promesa del Adviento: Muchos de nosotros guardamos las espaldas, el cual significa que estamos con Uds.

Y la manera en que leo mi Biblia, Dios, quien es revelado en Cristo Jesús, también guarda las espaldas.

 

Encarnación

 Precisamente en la conyuntura donde se juntan las esperanzas y los miedos
Un rayo de luz aparece.
Las tinieblas del mundo se convierten en el lienzo de Dios.
Dos personas solitarias peregrinan en la compañía de extranjeros,
a un lugar inhospitalario donde
los burócratas cuentan al pueblo solamente por propósitos de impuestos.
Durante la noche el censo sube por uno.
Un niño
nace entre extranjeros y envuelto en la pobreza del mundo.
La luz eternal invade las tinieblas,
brilla radiantemente en la medianoche
para hacernos a cada unos de nosotros hijos de la luz.