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"New Heavens and a New Earth"

Isaiah 65: 17-25
November 13, 2016
By Bill Steward: whsteward@mediacombb.net

 
This election season has made “dystopia” a popular word.

“Dystopia” comes from the Greek roots “dys” (meaning ill or bad) and “topos” (meaning place).

Think HUNGER GAMES.

If you’re older, think LORD OF THE FLIES.

But then came the 2016 presidential campaigns. We were warned that our country was being invaded by hordes of alien rapists, murderers, terrorists, desperate and dangerous refugees—in spite of the fact that our national crime rates are near historic lows.

The political motivation was clear: make us voters afraid, very afraid.

On this Sunday after the elections the prophet Isaiah speaks a welcome word to us weary tv-political-ad-saturated people: Fear not. Even now, God is working among us to create “new heavens and a new earth.” (45: 25)  And we have a part to play.

Isaiah preached in a real dystopian hell, during the Babylonian Captivity. The people had seen violence reign, Jerusalem sacked and burned, their Temple and their Temple’s God humiliated, and the talented and able-bodied deported to a strange land far from home (586 BC).

To this dazed and violated people, the prophet Isaiah described God’s ultimate intentions for them and all creation. Isaiah spoke not a word of fear but words of hope:

  • "I will…delight in my people; no more shall…the sound of weeping be heard…” (45:19)
  • "They shall build houses and inhabit them; they shall plant vineyards and eat their fruit...They shall not build and another inhabit…” (45:21)
  • "The wolf and the lamb shall feed together…” (45:25)

These bold prophetic words call us all to be co-creators with God in the making of blessed communities, at work to secure healthy lives for all, a living wage for every laborer, and a world of peace. 

If this all sounds like a dreamy unattainable utopia, think of another election, 10 years ago, in Liberia, where after years of civil war, women organized and used non-violent resistance to force peace talks and then, finally, peace. They elected Africa’s first woman president Nobel Peace Prize winner and UM Ellen Johnson Sirleaf. “New heavens and a new earth,” indeed.

Isaiah’s challenge for us is to praise God and hold fast to the vision.

Nobody put it better than theologian Dorothy Soelle in her poem “time table.”

there comes a time
when one will be able to see God’s summer come
arms traders will declare bankruptcy
cars will fill junk yard
and each of us will plant a tree

there comes a time
when all will have enough work
and rebuild the gardens free of chemicals
at unemployment offices you will
hear older people hum and whistle

there comes a time
when we will have much cause to laugh
and God little to cry
the angels will play their clarinets
and the frogs croak half the night

and because we don’t know
when it starts
we already now
join angels and frogs
in praising God

 


Nuevos Cielos Y Nueva Tierra

Isaías 65:17-25
13 noviembre, 2016
Por Bill Steward: whsteward@mediacombb.net

 
Esta estación de elecciones ha hecho la palabra “distopía” (una utopía opuesta) una palabra popular.  “Distopía” viene de las raíces griegas “dys” (que significa mal) y “topos” (que significa lugar).
 
Piensen en LOS JUEGOS DE HAMBRE.
 
O si tienen más años: piensen en EL SEÑOR DE LAS MOSCAS.
 
Pero entonces vinieron las campañas presidenciales de 2016.  Nos advirtieron que nuestro país estaba en el proceso de ser invadido por hordas de violadores, asesinos, y terroristas extranjeros – refugiados desesperados y peligrosos – a pesar del hecho de que nuestras índices de criminalidad están en bajos casi históricos.
 
La motivación política era clara: causar temor, mucho temor en los votantes.
 
Este domingo, después de las elecciones, el profeta Isaías proclama una palabra bienvenida a nosotros – personas cansadas y saturadas de propaganda política en la televisión: No temen.  Aún ahora Dios está trabajando entre nosotros para crear “nuevos cielos y nueva tierra.”  (45:25) Y tenemos un papel. 
 
Isaías predicó en un infierno – una disatopía verdadera – durante la Cautividad Babilónica.  La gente había visto la violencia reinando, Jerusalén saqueado y quemado, su Templo y el Templo de Dios humillado, y a los talentosos y físicamente capaces deportados a una tierra extraña lejos de la casa (586 A.C.).
 
A esta gente aturdida y violada, el profeta Isaías describió las intenciones últimas de Dios para ellos y para toda la creación.  Isaías no proclamó ni una palabra de temor sino palabras de esperanza:
 

  • “Me gozaré con mi pueblo, y nunca más se oirán en ella voz de lloro ni voz de clamor.”  (65:19)
  • “Edificarán casas y morarán en ellas; plantarán viñas y comerán el fruto de ellas.  No edificarán para que otro habite . . .” ( 65:21)
  • “El lobo y el cordero serán apacentados juntos . . .”  (65:25)

 
Estas palabras proféticas y audaces nos llaman a ser co-creadores con Dios en el hacer comunidades bendecidas, trabajando para asegurar vidas saludables para todos, un sueldo que alcance para vivir para cada trabajador/a, y un mundo de paz.
 
Si todo esto parece como una utopía de ensueño e inalcanzable, piensen en otras elecciones de hace 10 años, en Liberia, donde después de años de guerra civil, las mujeres se organizaron y usaron resistencia no violente para forzar negociaciones de paz y entonces, al fin, la paz.  Eligieron a la primera presidenta en África, ganadora del Premio Nobel de Paz, una metodista unida, Ellen Johnson Sirleaf.  De verdad “nuevos cielos y nueva tierra. 
 
Es desafío de Isaías para nosotros es alabar a Dios y mantener la visión.
 
Nadie lo dijo mejor que la teóloga Dorothy Soelle en su poema “mesa de tiempo.”
 
viene un tiempo
cuando podrá ver llegar el verano de Dios
los traficantes de armas se declararán bancarrotas
carros llenarán los deshuesaderos
y cada uno de nosotros plantaremos un árbol
 
viene un tiempo
cuando todos tendrán bastante trabajo
y reconstruirán los jardines libres de sustancias químicas
en las oficinas de desempleo oirás
a personas mayores canturreando y silbando
 
viene un tiempo
cuando tendremos causa de reírnos
y Dios tiene poca causa de llorar
los ángeles tocarán sus clarinetes
y las ranas croarán la mitad de la noche
 
y porque no sabemos
cuando comienza
ya ahora
nos juntamos con ángeles y ranas
en alabar a Dios